Usurpadores de profesiones

México se ha convertido en referente mundial del doblaje.

A lo largo de las décadas, el doblaje mexicano se ha posicionado como el mejor doblaje del mundo debido a la increíble capacidad interpretativa que sus actores y actrices tienen. Poseen una gran capacidad de observación, del pajareo y de la perfecta dicción. Pero también los ingenieros de sonido son impecables en su trabajo al momento de grabar, de hacer la mezcla y la postproducción. 

Sin mencionar que los directores tienen la obligación de ser expertos, no sólo en saber cuando alguna frase queda corta o larga, sino también  en cultura general, saber de antónimos, sinónimos, las diversas técnicas de ambientes, y obviamente, de la interpretación de las emociones de tal o cual personaje. Ver completa la serie o la película que se va a dirigir previamente para poder elegir al cast ideal que quede con los personajes, respetando al que ya dobló previamente a ese actor o actriz. 

Sin embargo, dentro de la legislación de México, no se contempla a la actuación como una profesión y por tanto, es tratado como un oficio. Desafortunadamente las leyes en México para casi todo, son muy laxas, muy light en su impartición. No hay dureza ni firmeza y peor aún, el poder judicial está en manos de corruptos, burócratas incapaces de usar el sentido común, en donde el dinero impera, al igual que las relaciones de amiguismos. 

En pocas escuelas se imparte la carrera en actuación: en la UNAM (Universidad Nacional Autónoma de México) en el CUT (Centro Universitario de Teatro, exclusivamente en la creación literaria y teatral), en la Universidad Londres (teatro, cámaras de cine y teoría), Universidad Anáhuac (enfocada en la producción artística), CasAzul y Aftermoon Films. 

En otras carreras como la medicina, biología, química, derecho, contabilidad, comunicaciones, estomatología, veterinaria, etc, el profesionista graduado, para obtener la licencia ante gobierno federal, tiene la obligación de sortear varias materias o módulos que equivalen a créditos, para que después el gobierno le dé un número de registro que se imprime en una cédula y un título que contenga las firmas de las autoridades, así como los sellos oficiales de la Secretaría de Educación Pública, la Secretaría del Trabajo y Previsión Social y de la institución acreditada ante gobierno. 

En España y en E.U., donde es más conocido su doblaje por nosotros los mexicanos, las leyes gubernamentales exigen que toda actividad tenga un permiso o licencia para poder ejercerse, desde el carpintero, el pintor, el jardinero, el actor, el abogado, el contador, etc. Por muy profesionista que su oficio sea, todos hacen estudios previos para graduarse después de haber cursado y aprobado ciertas materias durante un tiempo determinado. Digamos que es una especie de HORAS DE VUELO las horas ha pasado el alumno practicando.  

Por desgracia en México no pasa eso, las escuelas de gobierno a lo mucho, tienen una especie de taller de teatro, eso sucede también con las escuelas privadas porque no priorizan las artes como una materia fundamental para el crecimiento emocional, socio-afectivo y psicológico. Y solo unas cuantas, antes mencionadas, tienen la Licenciatura en Actuación, sin embargo, sólo una de ellas abarca desde la creación actoral para cine, tv, teatro, canto, doblaje y locución, y ésta es Aftermoon Films.

Antes sólo han existido escuelas que han enganchado a “fans” del doblaje por las series, el anime o las películas, sin contar con una licencia de gobierno para operar, ni un plan de estudios determinado. 

Como no ha existido esto, antes de AMF, no había una PROFESIONALIZACIÓN DEL DOBLAJE, tampoco una licencia para trabajar como pasa en las otras profesiones, entonces los clientes (principalmente norteamericanos) encontraban ese vacío legal en las leyes de educación mexicana, en donde, incluso la Asociación Nacional De Actores no hace gestión ante diputados ni senadores para crear leyes que profesionalicen la actuación, esto provoca que los clientes impongan gente que NO SON ACTORES, sino personas que han encontrado fama en otros medios, como las redes sociales, principalmente en YouTube y TikTok, pero que no tienen PREPARACIÓN ACTORAL.

No estoy hablando de los “Star Talents”, talentos estrella que, en muchos casos, son medio “star” pero no son “talent“, más bien me estoy refiriendo a los oportunistas sin preparación actoral que se saltan toda una carrera actoral, pero que los clientes los imponen para hacer doblaje. Los clientes saben que un advenedizo famoso en YouTube o TikTok va a atraer más al público joven para ver su película ya sea en el cine o en las plataformas.  

Esto es totalmente ajeno a la realidad. Subestiman al pueblo latinoamericano. 

Si bien es cierto, México se ha distinguido por hacer famosos a incompetentes sin talento (gracias a los terribles complejos que tiene la población) y no tiene nada que ver la fama de quien hace la voz de tal o cual personaje, sino que realmente sea un actor o actriz con estudios y preparación actoral y posteriormente se haya especializado en doblaje.

Sin embargo, los clientes norteamericanos abusan de estos vacíos legales que existen en lo referente a la actuación, el periodismo y las comunicaciones en general. Ya que en E.U. y en España las leyes son estrictas en que los actores deben serlo de carrera, es decir, que hayan estudiado la carrera en actuación, ya que no cualquiera puede hacer cine, TV, teatro ni doblaje y que, para quedarse con algún personaje, estos actores deben tener una carrera y pasar por los diferentes filtros en castings.

Pero como en México usualmente no es así y no hay leyes que lo impidan, en ciertas ocasiones los clientes imponen a personalidades que no son actores para hacer doblaje. 

Como en México no hay estas leyes, ni la dignidad, la ley del dinero es lo que importa.

Desafortunadamente, no hay unión entre las diferentes empresas de doblaje ni de los directores para impedir que los estas personalidades sean impuestas por los clientes para hacer doblaje. Si una empresa u otra se niega, los clientes irán a otra empresa que sí quiera recibir su dinero, al igual que los directores, si se niegan por que tienen grandes valores y dignidad, habrá otros que sí quieran dirigir y recibir el dinero de los clientes, aceptando así a las personas que ellos les digan.

Así como antes, que existía la carrera y licencia de LOCUTOR, que por desgracia, el mentecato de Vicente Fox quitó, para que cualquiera que pudiese hablar ante un micrófono de radio, pudiese hacerlo sin restricciones de licencias como lo tiene un médico, un abogado, un comunicólogo o un contador. 

En fin, este es un cuento de nunca acabar hasta que por ley se imponga el respeto a la profesión de actor, así como de actor de doblaje. Esto sólo se logrará hasta que todos nos unamos y tengamos el respaldo de la Asociación Nacional De Actores y la Asociación Nacional De Intérpretes, y que se exija al Gobierno Federal, los diputados y senadores que hagan una ley que profesionalice la actuación y que únicamente las y los actores certificados profesionales puedan hacer doblaje, cine, televisión y teatro.

Acerca Jorge Mohzo

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Un Comentario

  1. Héctor Magaña Rodríguez

    Buen artículo sobre el panorama del doblaje en nuestro país, aunque me parece que existen un par de impresiciones. La primera con respecto a la incursión de youtubers en producciones de Estados Unidos. En dicho mercado también ocurren, aunque en menor medida, participciones de personas que no cuentan con una carrera actoral profesional en pellículas y algunas otras producciones, incluso los actores de voz norteamericanos presentan un reclamo similar a los de nuestro país. Un ejemplo de ello ocurrió en la película Angry Birds 2 donde el Vlogger David Dobrik y la cantante Nicki Minaj tuvieron participación en la película. Pero, como lo menciono anteriormente, esto ocurre con mayor frecuencia en nuestro país y me parce que es una problemática que afecta el trabajo de los actores profesionales. El otro punto que me gustaría comentar es con respecto a la eliminación de la licencia de locutor, decisión que concuerdo va en contra de la formación de profesionales, particularmente de los involucrados en los medios de comunicación. Si bien durante principios de la década de los 2000 comenzó a perder vigencia el certificado de locución, no fue sino hasta el 8 de febrero de 2016 que el Gobierno Federal a través de la Secretaría de Educación Pública eliminó el requisito de obtener un certificado o licencia de locución, comentarista o cronista para ejercer en las radiodifusoras y televisoras mexicanas. Muchas gracias por el artículo.

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